martes, 6 de diciembre de 2011

Contar con un equipo.-

Empresas destinadas a atraer talentos.

Las mejores compañías sobrepasan a sus competidores en parte gracias a que atraen verdaderos talentos, gente en el tope de su profesión. Y la mantienen a bordo al asegurarse de que sean parte de una empresa conformada por individuos extraordinarios, todos ellos luchando por las mismas metas ambiciosas.

A lo largo de siete años de investigación activa sobre lo que separa negocios de alto desempeño del resto, hemos llegado a la conclusión de que la mayoría de las compañías exitosas sobrepasan a sus competidores en parte al desarrollar una cultura de talento superior. Atraen lo que nosotros llamamos verdadero talento -y luego mantienen a estas personas de alto nivel a bordo, al hacerles entender que ellos son parte de una empresa seria, una empresa que está conformada por individuos talentosos y comprometidos, todos ellos luchando hacia las mismas metas ambiciosas. En otras palabras, los negocios de alto desempeño se hacen merecedores de dichos talentos extraordinarios.

Cuando hablamos de talentos extraordinarios, no estamos hablando de estrellas con grandes egos. Estamos hablando de gente que está en el tope de su profesión (los mejores investigadores de la industria farmacéutica, por ejemplo) así como aquellos que son muy buenos en lo que hacen (como los vendedores que constantemente concretan nuevos y grandes clientes). También nos referimos a los individuos para los que su trabajo no es sólo un trabajo sino una fuente personal de orgullo.

Hemos determinado que si las organizaciones quieren convertirse en magnetos de talento, deben establecer una especie de cadena perpetua de reacción en la que los trabajadores de alto nivel atraen a otras personas altamente capaces. Esos trabajadores deben poner las expectativas de mérito en sí mismo tan alto como aquellas expectativas que ponen frente a los nuevos talentos que están intentando reclutar. Esto pone de cabeza la “guerra por el talento”; mueve el énfasis de atraer empleados “estrella” hacia crear una compañía de la que todo empleado que tome en serio su trabajo quiera hacer parte.

Empleados de alto desempeño establecen un ambiente en el que florecen tres cualidades fundamentales e igualmente importantes, ambicionadas por los talentosos. La primera es capacidad. Los empleados verdaderamente talentosos quieren saber que el equipo al que se están uniendo tiene lo que se necesita para prosperar en situaciones difíciles. Los empleados observan esto a través de la competencia evidente de aquellos a su alrededor.

La segunda cualidad es predictibilidad. Para medir sus propias posibilidades de éxito, el empleado verdaderamente talentoso demanda saber lo que puede esperar de los otros. Trabajadores de alto desempeño generan esto a través de un extendido compromiso de mutua rendición de cuentas.

La tercera es confiabilidad. Empleados verdaderamente talentosos consideran que deben poder contar con sus colegas para hacer las cosas bien. Esta confianza surge en trabajadores de alto desempeño cuando hay una cultura del honor implícita. Adicionalmente, empleados verdaderamente talentosos necesitan estar trabajando con otros que comparten su misma mentalidad y que no se aceptaran compromisos perjudiciales y que lucharán por mejorías continuas.

Tal vez la mejor manera de evaluar si su negocio merece o no talento superior es preguntarse a sí mismo: ¿son mis empleados tan buenos que están siendo tentados fuertemente por mis competidores? Y cuando eligen irse, ¿es porque son los mejores de la industria y han sido persuadidos por generosos incentivos? Y más importante, ¿he logrado atraer y retener suficiente talento que puedo soportar las pérdidas de talento?

Cuando las compañías proveen un ambiente de trabajo con tres cualidades esenciales -capacidad, predictibilidad y confiabilidad – establecen la escena para que el talento brille y para que la organización como un todo florezca.

Por:  Javier Carrara, Director de Recursos Humanos para Sudamérica Hispana. 

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